Medina de Pomar

La fundación de Medina de Pomar se atribuye a grupos mozárabes en los tiempos de la Repoblación. Su origen histórico se remonta a la época prerromana, durante la cual perteneció a Cantabria, quedó encuadrada, luego de ser sometida a Roma, en el "Convento jurídico de Clunia" y fue después de la Reconquista, sede de la Alcaldía Mayor de Las Merindades de Castilla.

Es en el año 1107 cuando aparece la primera mención a la ciudad. Por aquel entonces, se llamaba Medina de Castella Veteris pero en la época de la Reconquista se cambió por Medina de Pumar para distinguirla de otras Medinas que estaban inclusas en la ya extensa región de Castilla la Vieja. Es en 1202, en la época de la repoblación de esta zona por parte de Alfonso VIII, cuando aparece por primera vez con el apelativo de “Pumario”.

El Libro Becerro de las Behetrías señala: “este lugar es del Rey y fue siempre de los reyes”, situación que se mantuvo hasta que en 1369, Enrique II de Trastamara recompensó a su camarero Mayor D. Pedro Fernández de Velasco, donando Medina en señorío hereditario en reconocimiento a los favores prestados para lograr la corona. Fue desde aquí donde la familia Fernández de Velasco extendió su poderío por las tierras del norte de Burgos. Durante años, la ciudad ostentó el titulo de capital de Las Merindades como consecuencia lógica del desarrollo del fuero.

El 7 de octubre de 1751 la iglesia de Santa María del Salcinal pasó a denominarse Nuestra Señora del Rosario y se convirtió, mediante el voto realizado por el Ayuntamiento medinés, en la patrona de la localidad en honor a la victoria de la batalla de Lepanto.

Mediante Real Decreto de 27 de octubre de 1894, la Reina Regente de España, María Cristina de Habsburgo-Lorena, otorgó el título de ciudad a Medina gracias a la propuesta del entonces Ministro de la Gobernación, Alberto Aguilera y Velasco. Este Real Decreto fue publicado en la Gaceta de Madrid el 28 de octubre de 1884.

Nos trasladamos al siglo XX, y el 7 de junio de 1973, a propuesta del Ministro de Educación y Ciencia y previa deliberación del Consejo de Ministros, se aprobó declarar a Medina conjunto histórico-artístico de carácter nacional. Está publicado en el BOE de 26 de junio de 1973.

La Consejería de Industria, Comercio y Turismo de la Junta de Castilla y León concedió en 1997 el premio “C” de Turismo al Ayuntamiento de Medina de Pomar con el objetivo de reconocer y estimular la labor desarrollada por los municipios de la comunidad en la rehabilitación y conservación de sus recursos culturales, artísticos y naturales. Dicho premio se hizo efectivo en Ciudad Rodrigo (Salamanca), el 4 de octubre de 1998.

Medina de Pomar puede presumir de ser ciudad por partida doble. Lo es de cuna, desde su origen, por su denominación árabe. Al igual que las otras Medina de España tiene raíz musulmana y su nombre significa ciudad. Para diferenciarla del resto, a la nuestra se le añadió “de Pomar”. También es ciudad por el título honorífico otorgado por S.M. la Reina María Cristina de Habsburgo-Lorena mediante Real Decreto de 1894.

El poeta Rafael Alberti escribió estos bellos versos en una visita a nuestra ciudad y al Alcázar de los Condestables:


"¡A las altas torres altas
de Medina de Pomar.
Al aire azul de la almena,
a ver si ya se ve el mar!
¡A las altas torres mi morena!"


 [Rafael Alberti, Poemas de Amor, 1967]
 

MEDINA DE POMAR, CIUDAD DE DESCANSO Y PASO PARA REYES

Medina de Pomar ha sido lugar de paso y de descanso para reyes: Alfonso VIII que en el siglo XII concedía a Medina de Pomar el fuero por el que se le atribuyen varias funciones de importancia, pasando con el tiempo a ser capital de Las Merindades hasta el año 1560.
Isabel la Católica y su hija Dña. Juana se detuvieron en esta ciudad en 1496, en su viaje hacia Laredo desde donde la infanta embarcaría para casar con Felipe el Hermoso.
Carlos I de España y V de Alemania en su último viaje desde Laredo al Monasterio de Yuste donde se recluyó hasta su muerte; permaneció en este lugar varios días. Su estancia supuso todo un acontecimiento en la ciudad, y le vinieron a recibir nobles y señores, alcaldes, justicias, gente de comisiones y la de la Iglesia. En la actualidad, la Ruta de Carlos V conmemora el paso del emperador por Medina de Pomar.

María Cristina de Habsburgo-Lorena, Reina Regente a propuesta del entonces ministro de la gobernación, Alberto Aguilera y Velasco, otorgó a Medina de Pomar en el año 1894 el título de Ciudad.

 

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